¿Te diagnosticaron TDAH en la edad adulta? Bienvenido al club de los "Ah, eso tiene sentido"
- OWA
- 18 de abril
- 3 minutos de lectura

Durante la mayor parte de mi vida, pensé que todos actuaban como yo: luchando por cumplir plazos a pesar de trabajar sin parar, hiperconcentrada en proyectos sin comer en absoluto y necesitando una sinfonía de ruido de fondo para funcionar. Resulta que no era "solo así como funciona el cerebro", sino TDAH. Y recibir el diagnóstico de adulta fue como desbloquear una clave para comprenderme a mí misma.
El alivio del diagnóstico
Descubrir que tenía TDAH no fue una experiencia desgarradora, sino liberadora. En lugar de culparme por mis dificultades, me di cuenta de que mi cerebro funcionaba de forma diferente. De repente, mi vida tenía sentido: los cuadernos a medio terminar, los estallidos de ingenio creativo seguidos de días de agotamiento, y mi relación de amor-odio con los calendarios. Y lo más importante, significó que podía dejar de intentar encajar en un molde neurotípico y empezar a trabajar con mi cerebro en lugar de contra él.
Cómo el TDAH impactó mi carrera
Antes de mi diagnóstico, o era la persona más productiva de la sala —terminando proyectos en tiempo récord— o me ahogaba en la procrastinación. Evitaba los correos electrónicos como si fueran serpientes venenosas y prosperaba en entornos muy estimulantes, pero me desplomaba cuando las tareas rutinarias me dominaban.
Tras mi diagnóstico, dejé de sentirme culpable por tener dificultades con ciertos aspectos del trabajo y comencé a buscar soluciones adaptadas a mi TDAH. Adopté la flexibilidad estructurada, reformulé mi flujo de trabajo y aprendí que, a veces, el mejor truco para la productividad es simplemente tomar un descanso.
Prosperar con TDAH en el lugar de trabajo
Si le han diagnosticado TDAH en la edad adulta y se pregunta cómo desenvolverse en el mundo profesional, aquí le presentamos algunas estrategias que me funcionaron:
Aprovecha la hiperconcentración. En lugar de luchar contra mi hiperconcentración, estructuro mi carga de trabajo para aprovecharla. Cuando siento que me llega la energía de sumergirme profundamente, me concentro en ella, agrupando tareas similares y reservando tiempo sin distracciones para el trabajo creativo.
Externalizar todo
Mi cerebro no siempre es el mejor dispositivo de almacenamiento. Para mejorar mi fiabilidad, uso apps de gestión de tareas, recordatorios de Siri, calendarios compartidos (¡incluso tengo uno en la nevera!), notas adhesivas y "citas" para mantenerme al día. Si no está escrito, no existe. Una vez que dejé de luchar contra la culpa de simplemente recordar y me animé a usar herramientas que me garantizaran hacerlo, sentí un gran alivio.
Duplicación del cuerpo
El simple hecho de trabajar con alguien, ya sea virtualmente o en persona, me ayuda a mantenerme responsable. A veces, incluso tener un amigo en Zoom mientras trabajamos en silencio me ayuda muchísimo a concentrarme. No siempre es posible, pero si la opción está ahí y funciona, ¡inténtalo!
Establecer plazos falsos
Si un proyecto vence el viernes, me fijo el miércoles como fecha límite. Incluso llego a programar tiempo conmigo misma para obligarme a actuar antes de que me asalte el pánico de última hora. En el peor de los casos, tengo tiempo extra para revisar mi trabajo antes de entregarlo. *guiño*
Acepta el tipo correcto de caos
Me desenvuelvo bien en entornos dinámicos y de ritmo rápido, así que cuando mi trabajo se estanca, me adapto a diferentes actividades. Alterno tareas, asisto a reuniones mientras camino o trabajo desde otro lugar para mantener mi mente activa. A veces, un pequeño descanso para pasear al perro, regar las plantas o tomar un refrigerio saludable para el cerebro es una excelente manera de reiniciarse.
Sé sincero al respecto. Cuando es apropiado, les comunico mi TDAH a mis jefes y colegas. No lo considero una excusa, sino una forma de explicar cómo trabajo mejor. La mayoría de las veces, la gente es comprensiva e incluso está dispuesta a adaptarse a cuestiones como plazos flexibles o flujos de trabajo alternativos.
Perdónate a ti mismo
Hay días en que mi cerebro simplemente no coopera, y no pasa nada. En lugar de castigarme, me tomo un descanso, me reinicio y lo vuelvo a intentar. La productividad no se trata de la perfección. Se trata del progreso.
La comida para llevar
Recibir un diagnóstico de TDAH en la edad adulta no se trata solo de etiquetar las cosas, sino de brindarte las herramientas y la comprensión necesarias para prosperar. En lugar de obligarme a trabajar a pesar de mi TDAH, he aprendido a trabajar con él. ¿Y, sinceramente? Eso ha sido un cambio radical.
Si eres nuevo en el club de los "Oh, eso tiene sentido", ¡bienvenido! Puede que tu cerebro funcione de forma diferente, pero eso no significa que no puedas tener éxito. Simplemente significa que necesitas seguir tus propias reglas y quizás tener algunas notas adhesivas a mano.
Escrito por: Anónimo

