Amar el trabajo, extrañar el hogar: Cómo las madres de niños pequeños pueden prosperar mientras viajan
- Andrea Miller (Ohrtman)
- 14 de noviembre
- 2 minutos de lectura

Ser madre trabajadora significa que cada viaje que hago está repleto de algo más que presentaciones y plazos de entrega: está lleno de propósito, orgullo y el recordatorio de por qué hago todo esto. Me encanta lo que hago: colaborar con personas inteligentes y motivadas, ayudar a nuestro equipo a alcanzar el éxito y sentir la energía que surge de generar un impacto. Mi trabajo me reta, me llena y me permite convertirme en la clase de mujer y madre que quiero que mis hijos vean.
Cada vez que digo adiós, siento un tirón en el pecho, un recordatorio de que mi corazón no cabe del todo en una maleta de mano.
¿Alguno de ustedes se identifica con esto? Si es así, no están solos.
Y a lo largo de los años, he descubierto maneras sencillas y sinceras de hacer que esos viajes de trabajo sigan siendo un momento de conexión, reconfortante e incluso un poco mágico para nuestra familia:
Notas sorpresa: Antes de salir, escribo una nota adhesiva y la dejo junto a su cama, en su sitio del desayuno o en su lonchera. Las notitas se han convertido en una tradición en casa; incluso mi hijo de segundo grado me sorprende con una nota en mi maleta cuando estoy fuera.
Mensajes de texto grupales: Tenemos un chat grupal permanente de selfies y chistes internos; cualquier cosa que les haga sentir cerca incluso a kilómetros de distancia.
Un detalle reconfortante: Dales una manta o un peluche "de mamá" para que se acurruquen con él mientras no estás. Es algo sencillo, pero ayuda en esos momentos en que te echan de menos.
Pulseras a juego: Taylor Swift no es la única que regala pulseras de la amistad. Nosotras también hacemos pulseras y las usamos como recordatorio de que "estoy contigo", incluso cuando no estoy físicamente presente.
Saludos por FaceTime: ¿Tienes un saludo especial con cada uno de mis hijos? Yo tengo uno con cada uno. Es muy gracioso, pero vale la pena por las risas y el momento especial.
Regreso gradual: En su primera noche en casa, me gusta pasar un rato a solas con cada niño para reconectar y celebrar el estar de nuevo juntos.
Amar tu trabajo no significa que ames menos a tus hijos. Cuando te emocionas al hablar del éxito de tu equipo durante el mes, cuando bordas una presentación o cuando llegas a casa orgulloso de tus logros, tus hijos ven esa alegría. Ven lo que significa construir una vida llena de propósito y pasión, y ese es uno de los mejores ejemplos que podemos darles.
A todas las mamás trabajadoras que leen esto: son increíbles. Les están demostrando a sus hijos que es posible perseguir grandes sueños y amar profundamente en casa. La próxima vez que hagan las maletas, recuerden que no solo se van , sino que también lideran .
Escrito por Andrea Miller (Ohrtman)





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